PATEANDO EL TABLERO EN SUDAMÉRICA
- Sidney Galarza
- 26 oct 2020
- 5 Min. de lectura
El próximo 24 de noviembre comenzará la fase final de la Copa Libertadores con tres clubes ecuatorianos que pelearán de palmo a palmo con otros gigantes del continente en búsqueda de #LaGloriaEterna. Para muchos, es inusual ver a tres representantes nuestros en esas instancias (Independiente del Valle, Liga de Quito y Delfín), pero para quienes analizamos más allá de partido a partido, no es tanto el asombro. Veamos.
El fútbol ecuatoriano ha venido en constante crecimiento y fruto de aquello es lo que se refleja en los torneos internacionales. El formato que se implementó entre el 2010 y 2018 (dos etapas, el ganador de cada una, disputaban la final o si el ganador era el mismo equipo, campeón directo), le dio una gran competitividad en el que, a mitad de año, asegurabas un cupo para la Sudamericana (hasta el 2016 se jugó entre agosto y diciembre) y uno a la Libertadores del año siguiente. Es así como Barcelona, Emelec, LDU, Independiente del Valle, D. Quito, El Nacional, Delfín, entre otros, participaban en ambos torneos y fueron de a poco siendo más que una participación.
El camino lo marcó Barcelona en los años 1990 y 1998, donde llegaron a la final de la Copa Libertadores pero no pudieron ganarla. Liga de Quito, en el 2008, puso su nombre en el trofeo derrotando a Fluminense en el mismísimo Maracaná. Después, confirmó su buen momento ganando la Sudamericana en el 2009 y dos Recopas (2009 y 2010), convirtiéndose en el “Rey de Copas” ecuatoriano. Los albos dejaron la vara muy alta, a pesar de quedar vicecampeón de la Sudamericana 2011 luego de perder ante U. de Chile, y en los años posteriores, a los clubes les costaba pasar de fase tanto en ambos torneos internacionales.
Pero en el 2014, Emelec avanzó hasta 4tos de final de la Copa Sudamericana y se quedaron a un gol de clasificar a semis. Aquella llave contra el Sao Paulo de Rogerio Ceni, Kaká, Ganso, entre otros jugadores brasileños que pisaron el territorio ecuatoriano aquel año. En esa campaña, Emelec venció a Águilas Doradas, River Plate de Uruguay y Goiás.
Un año después, tras ganar el campeonato a Barcelona en “La Final del Siglo”, Emelec tenía esa deuda pendiente de los torneos internacionales. Tras pasar la fase de grupos en el que compartió con Inter de Porto Alegre, U. de Chile y The Strongest, los eléctricos dirigidos por Gustavo Quinteros y después por Omar De Felippe, enfrentaron a Atlético Nacional en octavos de final, haciendo una buena presentación en Manta y después confirmando su pase en Medellín. En el camino chocaron contra Tigres de México y no pudieron seguir avanzando. Los mexicanos llegaron a la final y perdieron contra River Plate de Argentina.
En el 2016, el país se vio afectado por un fatal terremoto ocurrido el 16 de abril. En esta edición, el modesto Independiente del Valle se daba a conocer al continente luego de clasificarse segundo en el grupo que conformó con Atlético Mineiro, Colo Colo y Melgar. Los de Sangolquí, tras haber pasado de fase, les tocó jugar en el Olímpico Atahualpa, y tras los hechos sucedidos en el país, decidieron donar toda la taquilla de los partidos que se disputaba como local, a las víctimas del 16A. No la tuvieron fácil. Se enfrentaron a River, Pumas de México y a Boca Jrs para llegar a la gran final. Aquel equipo dirigido por Pablo Repetto, con varios jugadores que destacaron, hicieron historia al colocarse como el tercer ecuatoriano en disputar el título de la Libertadores. Aquella edición, Atlético Nacional dirigido por Reinaldo Rueda, vencieron al aguerrido y heroico IDV.
Barcelona, luego de quedar campeón del torneo 2016 bajo el mando de Guillermo Almada, tenía al frente el ejemplo de I. del Valle en la Copa. Su campaña en la Libertadores 2017 fue digna de admirar, le tocó enfrentar a cuatro equipos brasileños, triunfando en tres ocasiones como visitante (venció a Botafogo, Santos y Gremio), su estilo de juego asfixiante, de salir a atacar a cuanto equipo se le cruce, hizo soñar con ver a otro club ecuatoriano en la final. Los toreros mostraron un gran nivel en la Libertadores, pero se encontró con Gremio en semis. En el Monumental, cayó goleado 0-3 con la llave casi sentenciada. Mientras que, en Porto Alegre, Álvez hizo el único tanto de los amarillos que cerraban su participación compitiendo a la altura de un grande de Sudamérica. La escuadra brasileña terminó ganando la Copa y las sensaciones de que esa era la oportunidad de oro para el equipo guayaquileño de conseguir el título, aún siguen intactas.
Para el 2019, en Copa Sudamericana, se presentaron cuatro equipos ecuatorianos: U. Católica, Macará, Mushuc Runa e Independiente del Valle. Este último en primera instancia enfrentó a Unión de Santa Fe y se terminó clasificando por tanda de penales. Luego de la salida de Ismael Rescalvo, el cargo lo tomó Miguel Ángel Ramírez, quien, en poco tiempo, hizo del equipo un rival difícil a vencer además de potenciarlo en ofensiva y darle una identidad de juego. Los sangolquileños se enfrentaron a varios clubes grandes de Sudamérica, entre esos, Universidad Católica de Chile, Independiente de Avellaneda y Corinthians. El equipo negriazul impuso condiciones y respeto en todo el continente, dejando en el camino a los “gigantes”, haciéndolo con buen fútbol, trato de balón y calidad en sus jugadores. Escribió su propia historia venciendo a Colón de Santa Fe en la Gran Final disputada en Asunción, dejando en alto el nombre del Ecuador una vez más.

El protagonismo que ha tomado el fútbol ecuatoriano no es casualidad, no solamente por lo que se demuestra en distintos escenarios de Sudamérica sino por la competitividad que se presenta en el torneo local. Ya no sólo se habla de Barcelona, Emelec o Liga de Quito. A esos tres, súmele otros equipos que han estado en constante crecimiento dentro de sus proyectos deportivos que se han venido destacando.
Delfín, luego de su ascenso en el 2016, estuvo a punto de regresar a la B en ese año, ganó en la última fecha y se salvó. La ciudad donde hace de local quedó marcada por el terremoto del 16-A y con esa consigna de darle alegría a su gente, los cetáceos al año entrante hicieron una espectacular campaña, ganando la primera etapa y dándole a Manabí su primer representante para la Copa Libertadores. En esa temporada se enfrentó en la final a Emelec y los eléctricos los derrotaron. Después de aquella gesta, el equipo manabita mantuvo la base de sus jugadores (no todos) y se hizo protagonista del torneo quedando cuarto en el 2018 y ganando el título nacional en el 2019 venciendo a LDU en la final. Tras estos logros obtenidos, y ganándose un puesto como los estelares en el campeonato local, se consagraron como “El Orgullo de Manabí”.

Universidad Católica, Aucas, Macará, son otros de los equipos que hace algunos años eran “clubes ascensores” debido a la inestabilidad que presentaban. En la actualidad cada uno ostenta un nivel muy interesante que hace atractivo al fútbol ecuatoriano, que, por lo bajo, está entre las ligas top de Sudamérica. Y eso se refleja en la actualidad, viendo a tres equipos en la fase final de la Copa Libertadores. De a poco, los clubes han impuesto ese respeto, ganándoselo dentro de la cancha, con fútbol, coraje y valentía, transformándolos en rivales difíciles a vencer.
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